sábado, 28 de marzo de 2009

La fábula de la mujer argentina.

Se oye en reuniones, frecuentemente en presencia de extranjeros, en enumeraciones que incluyen el bife de chorizo, el glaciar Perito Moreno y el dulce de leche: la mujer argentina es la más linda del mundo. Viviendo en el extranjero uno aprende a relativizar las verdades de arrebato, los dogmas del corazón. Algunas, argumentando con la fría equidad de la razón, pueden sostenerse: la carne, algunos vinos. Acaso algún escritor. Pero la mujer argentina está lejos de ser la más linda del mundo. Inexplicable necesidad de ocultar su femineidad en aras de una discutible fortaleza. Absurda obsesión por afearse, con prendas supuestamente "cool" que se asemejan a la ropa desangelada que usan las internas de un patronato. Rictus agrio, cigarrillo sempiterno, patoterismo de género. Las veo siempre que regreso a Buenos Aires, cada vez más descreídas. Cada vez más tristes. 

Ay chicas. 

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo!! pero tambien quiero aclarar que lo que mas influya es la vestimenta,(estas modas nuevas no favorecen a ninguna en ningun lugar!!),basta de hippeadas por favor!!!!

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